No es ninguna novedad que la Navidad ya se ha colado en nuestros hogares, y con ella sus tradicionales anuncios. Los hay emotivos, moñas, lacrimógenos, bonitos, divertidos… ¡Para todos los gustos! Por este motivo y para ser fiel a estas épocas del año, he decidido hacer un repaso a alguno de los anuncios que más nos harán llorar este año.
Y para comenzar, nada mejor que todo un clásico, el de la Lotería. Hablamos de Justino, el guardia nocturno de la fábrica de maniquíes que nos recuerda que tenemos que comprar los décimos correspondientes y que el premio siempre sabe mejor compartido. Todos recordamos el anuncio del año pasado dirigido por Santiago Zannou y los grandiosos memes que se crearon a posteriori.
Este año, los protagonistas dejan de ser de carne y hueso para convertirse en seres de animación (sueco por cierto, y de ahí su polémica). ¿Con cuál te quedas de los dos? Desde mi punto de vista, ¡no hay color! Reconozco que el de Zannou me arrancó más de una lagrimita y aunque el de Justino es simpático… le falta algo. Si todavía no lo has visto, aquí esta:
- «Justino» del Gordo de Navidad.
- «Vuelta a casa», de los supermercados alemanes Edeka. Sin duda el más lacrimógeno de todos que retrata la experiencia un ancianito que finje su muerte para que su familia se reuna consigo en Navidad.
- «Mog’s Christmas Calamity» de los supermercados ingleses Sainsbury’s. Al más puro estilo de una fábula para toda la familia (con gatito incluído), este anuncio resalta el buen corazón de las personas en estas fechas.
- «Man on the moon» de almacenes John Lewis. La historia de una niña que descubre que un adorable pero solitario viejito vive en la Luna. Para que no se sienta tan solo, le manda un regalo que hará que ambos estén conectados.
- «Chencho y la bombilla mágica» de El Corte Inglés. Los anuncios protagonizados por niños son todo un clásico y por supuesto, si hay algo clásico (por no decir rancio, por qué no admitirlo) en nuestro país es la Navidad en el Corte Inglés. ¿O acaso tú no has ido nunca a Cortylandia?
Y por último, quería añadir un +1 que no nos hará llorar, sino todo lo contrario. Se trata de un sorprendente ejercicio audiovisual del director Kike Maíllo con el equipo de gimnasia rítmica para Freixenet.
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