Las palabras del presidente de la Academia del Cine, Enrique González Macho, en la pasada gala de los Goya 2012 levantaron la polémica una vez más sobre si Internet es un medio rentable para el cine. Mientras que Alex de la Iglesia, ex presidente de la Academia, apostaba por los nuevos formatos de distribución y exhibición en la pasada edición de los Goya y se reafirmaba esta misma mañana en la edición online de El País, González Macho aboga por el sistema tradicional de ventanas.
«Internet no es rentable», podría ser el resumen del discurso. «No dudamos de que formará parte esencial de nuestro futuro, pero ese futuro todavía no ha llegado», comentaba González Macho. Y yo me pregunto, ¿de verdad es así? Es cierto que todavía no es una vía sostenible como tal y que sigue dependiente de los modelos tradicionales. Y sin embargo, «si las salas han vendido 40 millones de entradas menos en los últimos siete meses y las ventas de DVD han caído un 18% en 2011», según fuentes de El País, y cada vez hay más usuarios que ven cine a través de la red… ¿De verdad no está claro que Internet no es el futuro, sino el presente del sector audiovisual, «la salvación de nuestro cine», como dijo Alex de la Iglesia en el 2011?
Puede que Internet todavía no sea la alternativa a otros modelos implantados y establecidos durante décadas. Es cierto que a pesar de la caída de sus ventas, el DVD sigue dando beneficios, al igual que las salas de cine (costumbre que por otro lado que no creo que deba ni vaya a desaparecer) y la venta de derechos para las televisiones. Todo esto es cierto, forma parte del presente. Como también lo es el hecho de que cada vez seamos más los que consumimos audiovisual a través de Internet, ya sea desde un ordenador, una smart TV, un smart phones o una tableta.
Y si es una tendencia en alza, ¿por qué no se apuesta por ella? «Porque no da beneficios», dicen algunos. Y sin embargo, existen modelos como Netflix que demuestran lo contrario (en España tenemos las apuestas valientes de Filmin, Youzee y WuakiTV). Seguimos regidos por un modelo de negocio de hace un siglo. Un modelo ligado a los grandes estudios de Hollywood, que son los que mueve el mercado mundial de la industria del cine.
Pero… ¿nos hemos olvidamos de que hay mucho cine más allá de las fronteras de Hollywood? Los estudios no lo ponen fácil a la hora de «liberar» sus productos y ofrecerlos (previo pago) en la red, pero no nos engañemos, todo es cuestión de tiempo y los plazos cada vez son más cortos. Los creadores y el público ya han demostrado que los nuevos modelos tanto de producción, distribución como exhibición forman parte de sus realidades, y sólo es cuestión de años que la industria acabe adaptándose. Internet le está pisando los talones a la industria. Nosotros ya lo sabemos, sólo falta que nos cuantos acaben asimilándolo y dándose cuenta de lo que ya está pasando en el presente.
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